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EL TANGO EN EL VATICANO, ¿MITO O REALIDAD?

23 dic_lwisnia

Existe una historia, o leyenda, que el primero de febrero de 1924, por iniciativa del entonces embajador argentino ante el Vaticano, don García Mansilla —muy preocupado en disipar el sayo de la inmoralidad del tango y su prohibición eclesiástica—, de que el famoso bailarín Casimiro Aín bailó ante el Papa Pío XI, y otros altos dignatarios, el tango “Ave María”, de Francisco y Juan Canaro. Su pareja habría sido la bibliotecaria de la embajada, una señorita de apellido Scotto, acompañados por la música de un “armonio”. El tango elegido, muy livianito, recibió la aprobación del Papa. Esto lo cuenta y lo afirma Aín en un reportaje que se le realizó a su regreso de Italia. Pero el musicólogo Enrique Cámara, catedrático de la Universidad de Valladolid, con muchos años de residencia en Italia, recorrió la hemeroteca del Vaticano, en especial su diario L’Osservatore Romano, y no encontró nada al respecto.

Por su parte, el novelista y diplomático, Abel Parentini Posse, menciona con picardía tal suceso: “El Lecherito [un apodo del bailarín] fue recibido por un capitán de la Guardia Suiza y conducido por dos monseñores hacia la biblioteca. Seguramente sintió en ese momento todo el horror en que lo habían metido” (…) “No es difícil imaginar que, al vestirse de malevo, a esa hora de la mañana y para presentarse ante el Santo Padre, de acuerdo con su esquema de referencias, le debe haber parecido tan duro como comparecer ante el comisario de la 1ª con los bolsillos atiborrados de anotaciones de quiniela. Debió sentir que todo aquello era como la antesala del infierno, por lo menos del purgatorio” (…) “Del vestuario pasó a la sala donde el Santo Padre estaba rodeado de dignatarios de uniforme y jaquette. No se había invitado señoras, por las dudas. Se puede imaginar que García Mansilla le hizo un guiño porteño de complicidad para animarlo en aquel atroz trance”.

¿Qué opinan ustedes? ¿Sucedió o no sucedió?

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