LA HISTORIA DE LA “CUMPARSITA”

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LA HISTORIA DE LA “CUMPARSITA”

Músico Matos Rodríguez

Partitura de La Cumparsita

La Cumparsita es uno de los tangos más reconocidos a nivel mundial; o el más interpretado si se quiere. El más famoso de los tangos se afirma. Fue compuesto por Gerardo Matos Rodríguez, músico uruguayo, a principio de 1916 y sus arreglos musicales los realizó Roberto Firpo. Lo sucedido con el tema es anecdótico, y así lo relató el mismo Firpo: “En 1916 yo actuaba en el café La Giralda de Montevideo, cuando un día llegó un señor acompañado de unos quince muchachos -todos estudiantes- para decirme que traían una marchita y querían que yo la arreglara porque pensaban que allí había un tango. La querían para la noche, porque la necesitaba un muchacho llamado Matos Rodríguez. En la partitura en dos por cuatro aparecía un poco la primera parte y en la segunda no había nada. Conseguí un piano y recordé dos tangos míos compuestos en 1906 que no habían tenido ningún éxito: La gaucha Manuela y Curda completa. Y le puse un poco de cada uno. A la noche lo toqué con ‘Bachicha’ Deambroggio y Tito Roccatagliata. Fue una apoteosis. A Matos Rodríguez lo pasearon en andas. Pero el tango se olvidó, su gran éxito comenzó cuando le adosaron la letra de Enrique Maroni y Pascual Contursi”.

Sobre la letra de La Cumparsita y sus derechos hubo bastante controversia en su momento. Matos Rodríguez vendió los derechos a Breyer Hnos. y luego quiso revertir la venta. De hecho la versión más conocida, y la que grabó Gardel, es la que lleva la letra de Pascual Contursi y Enrique Maroni. Hubo otras letras, iniciales podrían llamarse, antes de que Matos Rodríguez enseñara su obra a Firpo, pero se olvidaron en el tiempo. A continuación les dejamos la primera estrofa con la letra de su autor original y la escrita por Contursi y Maroni.

Letra de Matos Rodríguez

La Cumparsa

de miserias sin fin                       

desfila,

en torno de aquel ser

enfermo,

que pronto ha de morir

de pena.

Por eso es que en su lecho

solloza acongojado,

recordando el pasado

que lo hace padecer.

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GARDEL CANTA Y BAILA

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GARDEL CANTA Y BAILA

En la foto: Mona Maris y Carlos Gardel en la cinta “Cuesta abajo” (Paramount, 1934).

Algo destacado en el libro Conversemos de tango, es un capítulo relativo al baile, donde se narran interesantes aspectos de cómo se baila el tango y sus comienzos como danza popular. También, relacionado con el baile, el autor se refiere a las dotes de bailarín de Carlos Gardel. Cuenta en las páginas de su libro el Dr. Lázaro Wisnia:

“En este punto recordamos a Carlos Gardel, no precisamente por haber cantado “Bailarín compadrito”, el magistral tango de Miguel Bucino, sino por dos hechos que rescatan al Zorzal como bailarín, y que debemos recordar: Miguel Ángel Morena, en su libro Historia artística de Carlos Gardel, refiriéndose a las actuaciones del dúo Gardel-Razzano, en Chile, en 1917, dice lo siguiente: “El 5 de octubre, en el Teatro Olimpo de Viña del Mar, se presentan los cantores, compartiendo los programas con la tonadillera Roxana. Para hacer más interesante la velada del debut -como grato-, en 1917, en la presentación en el Teatro Colón de Valparaíso, Gardel además de cantar, más que nada temas folclóricos, cumplió con lo que rezaba el programa ese día: bailar un tango con la cantante Roxana. “Montevideo” de Roberto Firpo, fue la pieza escogida con la que Gardel demostró que, junto con poseer una muy afinada garganta, era también un ejecutante de un baile sensual, por esos años controvertido, que incluso había recibido la condena del Papa Pío X. Bailar el tango en público podría interpretarse como un regalo del cantante que nunca más repetiría, solo en la intimidad de grupos de amigos”.

Evidentemente Gardel bailaba el tango a la manera de donde se crió, recorriendo las calles del Abasto, con ese estilo arrabalero que baila el pueblo. Esto antes de que el baile del tango se “institucionalizara”, por decirlo de alguna manera. Recordemos que todos los bailes tradicionales tienen su versión popular y su versión oficial, como por ejemplo sucede en Chile con la cueca. Una versión no niega a la otra, obviamente, pero es claro que lo oficial siempre quiere trascender en el tiempo por sobre lo popular. En el caso del tango, además de las grandes coreografías que se pueden observar en coloridos espectáculos, el baile nacido con estilo arrabalero sigue ganando adeptos, porque el pueblo jamás olvida sus raíces, así como tampoco jamás las olvidó el inmortal Zorzal Criollo, que no solo cada día canta mejor, sino que también cada día baila mejor…

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