Conversemos de tango, una obra esencial

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Conversemos de tango, una obra esencial

Lo puedes encontrar en sus dos versiones: impreso y digital

Lázaro Wisnia Gurovich, autor

Una de las características del libro Conversemos de tango, del Dr. Lázaro Wisnia Gurovich, es la cantidad de información sobre el tango en una sola obra, en este caso dividida en tres tomos con la información muy bien distribuida. Se trata de un compendio elaborado minuciosamente y con un sentido de conversatorio, donde el lector puede ir dialogando con el autor. Y tiene la novedad de los QR Iconos, códigos con los cuales se puede acceder a la música. Conversemos de tango hace un recorrido desde la prehistoria del tango hasta la evolución más moderna de este. Pasando por los grandes autores, cantantes, músicos, bailarines, orquestas y sus directores, todo dentro del contexto social de cada época. Nada escapa al autor, todo es captado en su escritura y puesto a disposición del público. En palabras del propio autor: “El tango es vida y pasión, entusiasmo. No le pertenece a nadie y a la vez nos pertenece a todos aquellos que nos dejamos envolver por su encanto y creatividad. Así, el tango es de todos nosotros, y algunos sabemos más y otros menos. No es el propósito establecer jerarquías, sino más bien para conversar sobre un tema que nos apasiona a todos. En ese espíritu mutuo entre el lector(a) y el autor, está escrito este libro”.

CONTENIDO DE LA OBRA

Volumen I

  1. Los orígenes (ca 1860 – 1897). La prehistoria del tango o la era del Prototango
  2. Guardia Vieja (ca 1897 – 1917). La adolescencia del tango

Volumen II

III. Guardia Nueva (ca 1917 – 1935). La madurez del tango

  1. Carlos Gardel. Su vida y su obra
  2. La Época de Oro del tango argentino (ca 1935 – 1955)
  3. Tango y realidad. La política nacional, las dictaduras argentinas. Los tangos prohibidos

VII. Los últimos 60 años (ca 1955 a la fecha). Decaimiento y resurgimiento. El tango nuevo

VIII. Epílogo: Una mirada al horizonte / Tango: “Confieso que he vivido”

Volumen III

  1. Letras de tango. Historia y anecdotario
  2. Breve diccionario. Lunfardo y afines, gaucho y cocoliche

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EL TANGO Y LOS BARRIOS

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EL TANGO Y LOS BARRIOS

Buenos Aires. Mercado del Abasto en 1898 (Barrio de Balvarena)

Niños en un barrio de Buenos Aires a principio del siglo XX

La relación entre los barrios y el tango comienza desde el nacimiento de este. Son inseparables. El sentimiento de pertenencia en el espíritu rioplatense, expresado en el concepto de barrio, se aferra al tango con pasión. Son incontables los tangos que dan cuenta de esta relación. El tango viene de los arrabales, muchos de los cuales, con el paso de los años, darían vida a los barrios de Buenos Aires. De hecho los barrios, en la capital argentina, son parte de la división administrativa de la ciudad, teniendo cada uno de ellos una marcada identidad propia. Entre los más famosos, tenemos La Boca, San Telmo, Palermo, Recoleta, Boedo, Nueva Pompeya, etcétera.

Uno de los tangos más famosos, que nos habla de los barrios, es sin duda “Sur” de Manzi y Troilo, cuyas grabaciones más populares son las interpretadas por Edmundo Rivero y el “Polaco” Goyeneche, dos grandes versiones: “San Juan y Boedo antiguo y todo el cielo/ Pompeya y más allá la inundación./ Tu melena de novia en el recuerdo/ y tu nombre flotando en el adiós” (…) “Sur…/ paredón y después./ Sur…/ una luz de almacén./ ya nunca me verás cómo me vieras/ recostado en la vidriera/ esperándote” (…) “Las calles y las lunas suburbanas/ y mi amor en tu ventana:/ todo ha muerto, ya lo sé”. Tampoco podemos dejar de mencionar “Melodía de arrabal”, que compusieran Gardel, Le Pera y Battistella, donde encontramos algunos de los más bellos versos sobre los barrios: “Barrio plateado por la luna/ rumores de milonga/ es toda tu fortuna;/ hay un fuelle que rezonga/ en la cortada mistonga” (…) “Barrio, barrio,/ que tenés el alma inquieta/ de un gorrión sentimental”. Otro tango que alcanzó notoria fama, compuesto por Blomberg y Maciel e interpretado por Alberto Castillo, se titula “La que murió en París”, inspirado en Margarita Gautier, la heroína de Alejandro Dumas hijo, en su novela La dama de las camelias: “Yo sé que aún te acuerdas del barrio perdido,/ de aquel Buenos Aires que nos vio partir./ En tus labios fríos aún tiemblan los tangos/ que en París cantabas antes de morir”.

Algunos especialistas afirman que el tango tiene que tener tres ingredientes insustituibles: “melancolía, amor y barrio”. Lo que no deja de ser cierto. Algunos barrios con tangos propios son: Flores, con el tango “San José de Flores” de Armando Acquarone y Enrique Gaudino. Caballito, con un tango homónimo compuesto por Adolfo Avilés. Y así suma y sigue, “Bajo Belgrano”, “A media luz”, “Sangre Maleva” y tantos otros.

Sin duda el barrio es fundamental en la vida, quizás nuestra primera identidad territorial. Escribió Homero Expósito en el tango “Viejo barrio poligrillo”: En el barrio que nací/ todo tiene más color…/ En el barrio que crecí/ siempre el tango sigue/ en flor./ Es la única verdad/ que no sabe de maldad/ porque tiene la madera/ silenciosa y duradera/ que cultiva la amistad…”.

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El primer tango-canción

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El primer tango-canción

Haciendo un poco de historia, habría que decir que, antes de la versificación del tango de Samuel Castrioto “Mi noche triste” (llamado originalmente “Lita”) por Pascual Contursi, el tango era sólo melodía arrabalera, siendo en ocasiones circunstanciales acompañada la melodía de algunos versos, pero sin la intención de hacerlo canción, esto solamente ocurre a partir de la interpretación de “Mi noche triste” por Carlos Gardel en 1917.

En la foto: Pascual Contursi y Carlos Gardel

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Un chileno “yerno” de Gardel

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Un chileno “yerno” de Gardel

Cuando se filmó la película “El día que me quieras” (1935), entre el elenco nos encontramos con un chileno, el afamado compositor Francisco Flores del Campo, que interpretó el papel de yerno de Carlos Gardel en la cinta. Más tarde, Flores recordó a Gardel: “Era un hombre bajo, engominado, formal, sonriente, correcto y estirado” (…) “Carecía por completo de vedetismo, rasgo que me llamó la atención, considerando que era la estrella de la película, autor de la música y dueño de la mitad de la productora”.

En la foto: Francisco Flores, Rosita Moreno y Carlos Gardel. 

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